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CÁMARA OCULTA

¿Qué sucede en las piscifactorías?

Las piscifactorías son granjas industriales donde se crían diversas especies de peces destinados al consumo. Las imágenes mostradas, lejos de ser casos aislados, constituyen prácticas estandarizadas, como se tuvo ocasión de comprobar durante el tiempo de elaboración del video.

SACRIFICIO EN HIELO
Pez que murió agonizando luego del sacrificio en hielo en una piscifactoría.

SACRIFICIO EN HIELO

El sacrificio en hielo es el método empleado en piscifactorías para sacrificar a los animales. Básicamente consiste en sumergir a los peces vivos en una mezcla de agua con hielo, a veces únicamente hielo, para provocarles la muerte por asfixia o hipotermia. Esta situación reduce sus necesidades de oxígeno pero puede prolongar al extremo el sufrimiento al existir especies mejor adaptadas al frío.

Métodos como éste provocan la agonía de los animales hasta noventa minutos antes de morir, a pesar de que la normativa europea señala que el “sufrimiento, estrés o dolor de los animales debería ser evitado dentro de lo posible”.

 

La Organización Mundial de la Sanidad Animal desaconseja su uso porque se ha demostrado científicamente que genera mucho estrés, ansiedad y sufrimiento en los peces (OIE 2010) y la propia industria acuícola plantea en documentos públicos el uso de procesos de aturdimiento como descargas eléctricas o la percusión, golpear de manera certera al animal en la cabeza.

 

También sugiere el mantenimiento del sacrificio en hielo y alternativas como el corte en las agallas, para provocar el desangrado o nuevamente por percusión.

Foto: © Selene Magnolia | We Animals Media

254 MILLONES DE PECES

254 MILLONES DE PECES

De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el año 2020 se criaron más de 254 millones de peces en estas macrogranjas, tanto de carácter terrestre como en jaulas marinas. Algunas de las especies principales objeto de cría son la  dorada, lubina, trucha arcoíris, rodaballo y el lenguado. Nuestra investigación ha grabado una docena de instalaciones en el Estado español.

Se trata de una cifra gigantesca en comparación con la cría de otros animales por su carne, y el Plan Estratégico plurianual de la Acuicultura española 2014-2020 contempló un desembolso de más de 81 millones de euros para reforzar a este sector con ayudas públicas.

No todas las piscifactorías completan el proceso de cría, tratamiento, aturdimiento y sacrificio en el mismo espacio por lo que los animales deben ser transportados a otras dependencias. Esta práctica se realiza a través de la succión con una bomba industrial, lo que nuevamente provoca hacinamiento, y su traslado de nuevo a las piscinas tras acciones como el tratamiento con ozono, para adaptar el sabor de la carne a los gustos de mercados de otros países.

Foto: © Selene Magnolia | We Animals Media

Hacinamiento y muerte de los peces dentro de las piscifactorías.
HACINAMIENTO
Hacinamiento y muerte de los peces dentro de las piscifactorías.

HACINAMIENTO

En una de las instalaciones documentada los propios empleados refieren que en un apenas dos jornadas pueden morir más de tres mil animales, lo que también evidencia una actividad comercial poco eficiente en su propia explotación. Esto es consecuencia del tamaño de los recintos

 

Durante la investigación una empresa llegó a afirmar que alberga a varios millones de peces en sus piscinas en terreno firme.

Foto: © Selene MagnoliaWe Animals Media

LOS PECES SUFREN

¿LOS PECES SUFREN?

Los últimos avances científicos afirman que los peces son animales sensibles con capacidad para experimentar emociones [1]. Tradicionalmente, su bienestar ha estado relacionado con la salud animal (ausencia de patologías), calidad del pescado, crecimiento y nutrición óptimos. Hoy día, el bienestar de los peces engloba tanto aspectos positivos como negativos.


Un equipo de investigadores de la Universidad de Liverpool demostró que los peces pueden sufrir hiperventilación, pérdida de apetito y hasta cambios en el comportamiento a largo plazo después de pasar por una experiencia dolorosa.


El estudio, publicado en 2019 en la revista The Royal Society, señala que ‟Para sobrevivir, los animales deben evitar lesiones y ser capaces de detectar estímulos potencialmente dañinos a través de mecanismos nociceptivos. Si la lesión está acompañada de un componente afectivo negativo, el comportamiento futuro debe ser alterado y se puede concluir que el animal experimentó la incomodidad asociada con el dolorʺ.


La evidencia empírica de la nocicepción en peces desde la biología molecular subyacente, la neurobiología y la anatomía de los nociceptores hasta las respuestas conductuales de animales completos, fue revisada en el estudio para demostrar la conservación evolutiva de la nocicepción y el dolor de los invertebrados a los vertebrados.


Existe una amplia evidencia que demuestra que es muy probable que los peces experimenten dolor y que los cambios de comportamiento relacionados con el dolor se conserven entre los vertebrados.

[1] Sneddon, L., Wolfenden, D.C.C. & Thomson, J.S. (2016). Chapter 12: Stress Management and Welfare. In: Biology of Stress in Fish. Farrell, A.P., Brauner, C., Hoar, W.S. & Randall, D.J. (Eds.). Amsterdam, The Netherlands: Academic Press, 463-521.

Está científicamente comprobado que los peces también sienten.
DESOVE FORZOSO
Pez agonizando mientras se le realiza el desove forozoso, en una piscifactoría española..

DESOVE FORZOSO

Es el proceso donde el animal vivo es presionado en el estómago con fuerza para la extracción de las huevas. Es un procedimiento manual realizado por los propios operarios de las piscifactorías de forma continuada, lo que no garantiza que una probable anestesia previa evite el sufrimiento que causa en los peces.


El gerente de una de las granjas filmadas explica que el proceso de desove puede provocar heridas o incluso la muerte del pez. Este se realiza cada 7 meses.

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